miércoles, 31 de marzo de 2010

Cap 26 Verdad O Reto

-¿Qué pasa? ¿Ya no andan?-dijo dulcemente Lucy, su voz de niñita era tan dulce como un caramelo junto con chocolate caliente, como un terrón de azúcar
-Si-admití
-Hannah, nena, ¿por qué no lo dijiste antes?-preguntó angustiada, frucí los labios a punto de sollozar y ella me abrazó
-Es que...¡fue apenas hoy!-lloré
-No llores Hannah-dijeron las otras chicas al unisono, sonreí.

3:00 AM
Yo era la única que seguía despierta, las demás llevaban, no se, unos...20 o 30 minutos dormidas, estaba viendo la ventana, sentada, con los labios fruncidos; hasta que...vi algo moviendose en la ventana. Me levanté y me acerqué a ver que era.
-Hola hermosa-dijo Alec y sin darme tiempo de responder me acercó a él y me besó. Fue un beso extraño, duró alrededor de...¡10 minutos! Yo trataba de alejarlo de mi, pero Alec me seguía aferrando a él desde la parte más baja de mi espalda. Por fin me soltó
-¡Oye pero ¿que te pasa!-le grité, y de inmediato me llevé la mano a la boca al darme cuenta de que podía despertar a las demás
-Te amo Hannah, te amo. Vamonos, vamonos y casate conmigo-suplicó Alec, Lucy se medio despertó
-¿Hannah? ¿Qué pasa? ¿Ese es Alec?-dijo con un hilo de voz y con los ojos cerrados
-No no no no no, es Seth Clearwater que te pide matrimonio-dije
-Ok-dijo y se volvió a dormir con una sonrisa
-Mira Alec, acepto, pero...-me volvió a besar, me cargó y nos fuimos a mi casa.

9:00 AM
-Mamá, papá, me caso con Alec-dije, Esme sonrió, también Carlisle. Emmett soltó una de sus risas burlonas y Jasper rió; Edward me miró con desaprobación, mientras mi hermanas, "Nessa" y Bella asentian.
-No Hannah-dijo
-Arg, te odio, ¡me arruinas la vida!-le grité
-Espera Hannah; Edward, tan siquiera danos una explicación-suplicó Alec
-Solo porque no, él es un asesino-dijo señalando a Alec
-Edward eres un idiota-le dije, mi hermano salió de la casa-¡OMG! ¡El idiota de Edward se fue como todo buen niñito llorón!
-Este Hannah, no creo que se haya ido por voluntad propia...-dijo Alice
-¿Qué?-dije, pero Edward volvió tan rápido como se fue con una pequeña chica en brazos; era pálida, hermosa y parecia estar despertando, creo que era un neófito-oye, ¡yo conozco a esa chica!-
Y era obvio que la conocía: era Luciane Meany.